Cuando alguien se dedica a la política, debería ser consciente de que no todo vale. Si además a un servidor público y se le pilla en un renuncio, éste debería darse cuenta de que representa a muchos ciudadanos e inmediatamente tiene que dejar el cargo para el que le han elegido.
Digo todo esto por que el caso de Francisco Camps es del manual de la buena práctica política. No puede ser que alguien que se ha demostrado que ha recibido regalos, sea cohecho o no lo sea -y que públicamente ha dicho que los trajes se los ha pagado él con el dinero de la farmacia de su mujer- ahora el Auto del Tribunal Superior de Justicia de Valencia diga claramente que mintió y no pase absolutamente nada.
Para Mariano Rajoy, el señor Camps es un héroe y los que le acusaban unos inquisidores. Y yo me digo que si este es el respeto que el señor Rajoy tiene a la política pues apañados estamos.
En el día de hoy reivindico el trabajo que realizan muchos políticos honestos que sacrifican su vida al servicio de los demás (los más) y quiero, con la misma fuerza, repudiar a aquellos que en nombre de la política solo piensan en su interés personal y en aprovecharse de su situación para enriquecerse (los menos).
Gente como Camps deberían desaparecer de la política y no seguir haciendo daño a este noble arte. Todos aquellos que le defienden deberían callarse y no alentar más estos comportamientos.
Camps DIMISION……
lunes, 3 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario